Top 10 de las aves más peculiares del mundo.

                 

El ibis gigante. Son raras, bellas y están en peligro. Destacan por su aspecto muy singular, su comportamiento, su historia evolutiva y por la escasez de ejemplares. Se trata de un pájaro enorme que tiene «un estatus casi mítico» debido a su rareza y tamaño excepcional. Se concentra en Camboya, con algunos ejemplares en Laos y Vietnam. Extinta en Tailandia, se cree que está al borde de la desaparición en otros lugares por la caza y la actividad humana. 

                     

Esta misteriosa especie no ha sido vista desde 1998. Del egotelo de Nueva Caledonia (Aegotheles  savesi) solo se conservan 2 ejemplares en museos de Liverpool (Reino Unido) e Italia. El ave es propia de la isla de Nueva Caledonia, en el Océano Pacífico Sur, al este de Australia. Se caracteriza por su buen tamaño y patas largas. Es poco probable que existan más de 50 ejemplares vivos.

                    

El cóndor de California (Gymnogyps californianus) ha formado parte de la mitología de los nativos americanos. Algunos creían que era capaz de matar a seres humanos y beberse su sangre, o incluso de comerse la Luna. Otros los mataban para hacer rituales con sus plumas. Pero la caza, la intoxicación por perdigones y la pérdida de tierras silvestres que ha sufrido han sido la causa de su desaparición. Los conservacionistas tratan de salvar esta ave mediante su reproducción y cría en cautividad

                    

El kakapo (Strigops habroptilus) de Nueva Zelanda, es el loro más pesado del mundo. Es solitario y no vuela ya que ha evolucionado en ausencia de depredadores. Hace años, la especie estaba extinta, pero la caza, la quema de bosques y la degradación del hábitat por los herbívoros introducidos han causado una caída catastrófica de los números. Los esfuerzos dedicados a la conservación han favorecido el crecimiento de la población a unos escasos 125 ejemplares.  

                     

El kagu (Rhynochetus jubatus) es un ave no voladora de una apariencia sin igual gracias a su plumaje blanco ceniza, lo que le ha valido el nombre de fantasma de la selva. Tiene una gran cresta, piernas largas, y una llamada que se puede escuchar a millas de distancia. Se encuentra en peligro por la pérdida de su hábitat natural y la depredación de perros dométicos, gatos y cerdos. 
                    

El sisón de Bengala (Houbaropsis bengalensis) es conocido por su cortejo: el macho muestra su plumaje negro para atraer a las hembras. Dos tercisod e la población viven en la llanura de inundación del lago Tonle Sap (Camboya). A miles de kilómetros, en Nepal y la India, existe otra población que ocupa las parederas de la base de la cordillera del Himalaya. Ambas están en declive y amenazadas por la pérdida del hábitat y la caza ilegal. Se estima que existen menos de un millar de adultos.  
                     

El mochuelo de bosque (Heteroglaux blewitti) se creyó extinto y fue redescuebierto en 1997 en el estado de Maharashtra (India), 113 años después del último registro confirmado. Es diurno y caza lagartijas, aves y roedores. La fragmentación del hábitat y la continua pérdida de bosque caducifolio provocan una mayor disminución de la especie. 
                    

Es una de las aves rapaces más poderosas del mundo. Los nativos creías que el águila filipinia (Pithecophaga jefferyi) se alimenta solo de monos, pero se ha descubierto que también lo hace de roedores, murciélagos, cerdos y lagartos monitor. Habita en Filipinas y la han nombrado como ave nacional para aumentar su protección. 
                    

El rabihorcado de la isla de Navidad (Fregata andrewsi) es un rara ave marina endémica de Australia. Este pájaro tiene la capacidad de mantener el aire durante más de una semana gracias a su envergadura. Pasa gran parte del tiempo en el mar, arrebatan presas a otras aves y pescando calamares y peces en la superficie del agua. Su hábitat de cría se ve afectada por la hormiga loca amarilla y la contaminación de la minería de fosfato aún en curso. 
                     

El cuco terrestre de Sumatra (Carpococcyx viridis) es una especie endémica de Sumatra. Se encuentra en el bosque, a lo largo de la cordillera de Barisan, donde se estima que hay 70 a 400 ejemplares. Se sabe poco sobre ellos, pero se cree que están en peligro debido, principalmente, a la deforestación. La llamada de la especie fue registrada por primera vez recientemente y ayudará a los investigadores a mejorar su estudio.